Crónica espasmódica de otoño. Primera parte: Septiembre


Sigo teniendo un cuaderno de campo analógico, que en los últimos años viene siendo un cuaderno de esos de tapa dura que se cierra con goma... Pero lo cierto es que ahí apunto lo que no fotografío con el móvil, que tiene mejor calidad de imagen y más fácil uso que mi (no tan) vieja cámara de fotos. Y hago muchas fotos. La NSA y Google me deben conocer hoy día mejor que mi madre. En fin.

No puedo apuntar nada original del otoño en general ni de éste en particular que no sepáis. He estado tentado de explicar que las hojas de los árboles se caen por la falta de luz, no por el frío, a la tercera vez de oírlo en las noticias. Pero puede que yo me equivoque.

Sólo puedo aportar la visión de este naturalista discreto a través del visor de su móvil de segunda mano. Y luego lanzarlo a la red por tenerlo en algún sitio, por el pequeño placer de releerlo y re-verlo, por la pequeña vanidad de que a alguien le interese. En la inmensidad de la reeeed...

Recién estrenada la estación , el 25 de septiembre,  Manuel y su padre (el que esto escribe), nos fuimos con las bicis debajo de nuestros culos a rodar por El Prat y allí, en el Parc Nou, fuimos testigos de una ENORME concentración de Vencejos reales (Tachymarptis melba, Ballester en català) que debía rondar fácilmente entre los 3000 y los 5000 ejemplares - y yo tengo un margen de error en conteo pajarero de casi un 30% a la baja (!)-. Nunca había visto nada igual, oye, quitando las concentraciones de Milanos y Abejeros en Tarifa.

Una pequeña parte de la nube de Vencejos reales que volaba sobre el Prat el 25 de septiembre

Es otoño claro, y salen setas por estas latitudes a la mínima que llueva. Y entre el calor que hacía y un par de noches que llovió a mediados de septiembre... el parterre de enfrente de casa, en pleno centro de Barcelona, se cuajó de sombreritos. Creo que eran Coprinus fimetarius (gracias por el apunte Davidacho!) aunque puedo estar totalmente equivocado. Si alguien sabe a ciencia cierta que son...que comparta su saber, por favor!


Ahí, creciendo entre la grama, el nitrógeno atmosférico y la mirada del vecindario

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