Salamandra


A este bello –a mi juicio- anfibio se le han atribuido un buen montón de superpoderes: que su mordedura es peor que la de la víbora, que escupe veneno y fuego, que es inmune a las llamas… Vamos, que podría estar perfectamente en la nómina de la Patrulla X y rebautizarse como Xalamandra o algo así.

A uno, que viene de las resecas tierras del sureste, ver una salamandra supone una auténtica alegría… y si encima se dejar fotografiar como la que posó de manera absolutamente desinteresada para el objetivo de mi cámara… ¡el colmo!

De este animal me fascina que queden ejemplares vivos por los campos, dado lo llamativo de su librea y la velocidad –por llamarlo de alguna manera- con la que se mueve; de hecho, este último factor (la lentitud) no es precisamente un aliado a la hora de cruzar las curvas del Montseny, por lo que no es raro, en primavera y otoño, encontrar salamandras convertidas en vistosas pegatinas sobre el asfalto. Ésta de la foto también tenía vocación suicida, no sólo porque caminaba a su ritmo pachorrón de urodelo despreocupado por una vía asfaltada, sino porque lo hacía, además, a escasos metros de 150 niños en plena ebullición excursionil.

En fin, que con disimulo la dejé en el lugar donde parecía que quería ir, un buen suelo húmedo lleno de hojarasca y lombrices cerca de una charca, donde pudiera escupir fuego a gustito.

Comentarios

David Molina Molina ha dicho que…
son una pasada las salamandras o sacaveras como las llaman en asturias, en pinoso tenemos la famosa salamandra de la sierra salinas, cuyo habitat fue destruido y solo se ha encontrado ese ejemplar. la veo todos los dias y te puedes quedar embobao viendola cazar lombrices.