Correlimos


El otro día hicimos una escapada rápida y vespertina a las playas de la Reserva Natural de Remolar y Filipines, en el Delta del Llobregat. Soplaba un poco de Tramontana fresco pero el sol calentaba la piel si conseguías protegerte del viento (no hay nada como tumbarse detrás del espigón). Mientras nos zampábamos la media piña que nos habíamos llevado como merienda los Correlimos tridáctilos correteaban en un banco de arena cercano formado en la desembocadura de la riera de Sant Climent. Algunos de ellos ya llevaban el peto cobrizo de la parada nupcial… y eso que todavía les queda un largo vuelo hasta la tundra ártica, donde harán su nido. Junto a los correlimos también andaba un Vuelvepiedras, con estupendo plumaje estival e igualmente de paso, ya que se reproduce en las costas del norte de Europa. El festival de aves de la sesión de tarde lo completaron una Gaviota de Audouin, una pareja de Cigüeñuelas, unos cuantos Abejarucos y el canto restallante del Ruiseñor bastardo compitiendo con el rugido ronco del tráfico de aviones del Prat.

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