Cigüeñuelas en el Clot de Galvany


Un día de la Semana Santa pasada nos fuimos unos cuantos amigos al Clot de Galvany, en Elche y, aunque el sitio estaba lleno de gente “tomando la mona” (véase foto de cómo estaba el parking), aún así pudimos disfrutar de un buen número de bichos: malvasías, cucharas, silbones, cernícalos, gallinetas, fochas… y cigüeñuelas. La cigüeñuela me gusta porque es un pájaro-garabato, con esas piernas tan finas y aparentemente tan desproporcionadas, y porque es el único animal del que puedo afirmar haber recibido un ataque en toda regla.

No es muy espectacular decir que te ha agredido un pájaro tan grácil, pero lo cierto es que aquella tarde de abril de hace tropocientosmil años el señor Llopis y yo tuvimos que esquivar unas cuantas acometidas de una pareja de cigüeñuelas que pensaban –y estaban en lo cierto-que estábamos demasiado cerca de su nido. Nosotros éramos jóvenes, inconscientes e ignorantes y no se nos podía pasar por la cabeza que en medio del secano sanvincetero, en aquella balsa de riego medio seca donde habíamos ido a buscar escarabajos de agua, pudiera haber una puesta de cigüeñuela. Recuerdo perfectamente los gritos y picados de las aves sobre nuestras cabezas y cómo estuvimos a punto de pisar cuatro huevos perfectamente camuflados en el barro. Cuando nos dimos cuenta de la situación nos fuimos rápidamente del lugar, por supuesto, y descubrimos, además, que aquella balsa abandonada también servía de refugio a un solitario chorlitejo.

El otro día en el Clot las cigüeñuelas mostraban similar humor pendenciero, intentando conjugar su espíritu social para con sus congéneres con su necesidad de intimidad. Aún así, nos pusimos finos a hacerles fotos en sus breves momentos de tranquilidad.

Comentarios

Jara Garcia ha dicho que…
Hola emilio!!
Muy interesante, como siempre.
Sabes una cosa? Yo también he sufrido un ataque de un ave, en concreto de un pelícano, en el zoologico de Madrid, también hace tropecientos años, tenía 4 años, y estaba disfrutando de la visita al zoo con mis padres, cuando me acerqué al bicho, era tan grande... y Yo tan pequeña... Que abrió la bocaza esa tan enorme que tiene y me asusté, me fuí corriendo a buscar el refugio de mis padres, que se partieron de la risa...jajaja.
Yo casi que no me acuerdo, sólo la imagen de esa boca tan grande delante de mi..jejeje.
Besitos.
Jara