La fageda d'En Jordà, la magia del hayedo


Esta semana pasada el termómetro del coche llegó a marcar algún día los 28 grados y pico y por estas latitudes -catalanas- la gente todavía anda con manga corta... pero aunque el termómetro no acompañe mucho a la estación en la que ya estamos bien metidos, las horas de luz van disminuyendo y los árboles caducifolios han de desprenderse de sus hojas, más sensibles a los fotones que a la temperatura. Resulta tópico -y hasta aburrido- hablar de la belleza del otoño en un hayedo pero, para un menda como el que esto escribe, proviniente de una tierra donde el tomillo es el rey de las colinas, este tipo de bosque es auténtico espectáculo, una explosión de sensaciones visuales, táctiles, sonoras y olfativas absolutamente diferentes a las que se pueden disfrutar en las tierras del sureste peninsular.

Y que conste, no estoy valorando unos ecosistemas por encima de otros, pero ya os digo, para otoño de impacto, el que se saborea en el hayedo d'En Jordà, muy cerquita de la localidad gerundense de Olot, en la comarca de la Garrotxa.

Comentarios

dançando sambinha ha dicho que…
aaaargh!!!!! ajquerozooo!!! traidooor!!!

(se retuerce por el suelo echando espumarajos por la boca, verde de envidia)

La Fageda en otoño, mare de deu...

que ajco das