Según el ya clásico texto de Arrosmith y Moorse, Guía de campo de las hadas y demás elfos, el observador de hadas hará bien en proveerse de un trébol de cuatro hojas y colocarlo en el sombrero para facilitar la detección de estos escurridizos seres. También el frecuentar los lugares donde tradicionalmente se han visto puede dar buenos resultados. Como quiera que no disponía de un trébol cuatrifoliado nos encaminamos a la Font de les Paitides, en Viladrau, donde su mismo nombre ya delata la especie de duende que allí puede hallarse (las Paitides pertenecen al género de les dones d'aigua -mujeres de agua-, y son (o eran) comunes en las fuentes, manantiales y pozas, donde protegen el agua y a los seres que de ella dependen). Es sabido que muchas especies de elfos pueden adoptar formas de animales. La paitida fotografiada adoptó la forma de joven y atrevido petirrojo para manifestarse y quedar así registrada en la memoria de la cámara.
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