El Parque del Laberint d'Horta

El Parc del Laberint d'Horta, como su nombre indica, es un parque con un laberinto... Mejor dicho, es un magnífico y sorprendente parque con un laberinto. Lo empezó a construir un marqués a finales del siglo XVIII y después sus herederos lo fueron ampliando paulatinamente hasta que en 1967 fue cedido al Ayuntamiento de Barcelona. La historia de su construcción y de lo que en este jardín se ha vivido daría para muchos artículos, pero yo... a los bichos.

Me llevé a mis amiguísimos Miguel y Viki y sus encantadoras hijas María e Irene a visitar el parque, ya que estaban de visita por Barcelona y habían dormido por Horta. Cargadito con el más peque de mis peques nos perdimos varias veces por el laberinto y fuimos buscando las sombras de los enormes árboles que crecen en la parte del Jardín Romántico. Hacía mucho calor, y ya antes de entrar en el parque vimos grupitos de jilgueros bebiendo en algunos charcos. Ya dentro del jardín nos detuvimos a contemplar a un Carbonero garrapinos que bebía de la goma del sistema riego de los setos que conforman el laberinto. 

Carbonero garrapinos, Mallarenga petita (Periparus ater). Foto de Miguel Luque

En la parte de jardín romántico, recorrida por un riachuelo artificial que mola bastante, nos cruzamos varias veces con lagartijas a las que el calor debía sentar bastante bien. Ando reguleras de herpetología, pero para mi que eran Lagartijas roqueras (Podarcis muralis). Dejo una foto, hecha por Miguel, por si alguien se anima a identificarla bien-bien y para que veáis lo chula que posaba.

Nadie habla mucho de los dedos extralarge de las lagartijas. Foto de Miguel Luque

También vimos u oímos, palomas torcaces, mitos, un petirrojo, mirlos, urracas... Y aparte del bicherío no se podían obviar los enormes y espectaculares ejemplares de tejos, cedros, plátanos, tilos, robles...

Un inmenso Plátano (Platanus x hispanica) junto a tejos, robles y pinos en la parte más umbría del jardín romántico. Foto de Miquel Luque


En fin, que si no habéis ido al Parc del Laberint d'Horta ya estáis tardando. Gran parte del parque es accesible para sillas de ruedas y carritos infantiles. La forma más fácil de llegar, me da a mí, es coger el Metro, línea 3 (verde) y parar en Mundet. Y un pequeño detalle... hay que pagar una entrada de dos y pico euros a no ser que vayas en domingo -que es gratis, pero también suele haber más gente-. 




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